Apostolado
Somos un apostolado católico al servicio de la iglesia que propone una escuela de oración y de vida interior que concientice y suscite el silencio como un medio para la unión con Dios, la escucha de su Palabra y el perfeccionamiento de la vida cristiana (santidad) brindando espacios de encuentro con el Señor y promoviéndolos en la vida cotidiana.
Nuestro apostolado lleva por nombre “Escuela del silencio, María guardaba todas estas cosas en su corazón”, en virtud de lo siguiente:
La denominación “Escuela” es inspirada en las primeras comunidades cristianas católicas de oriente que se reunían en pequeños grupos que llamaban escuela con el propósito de orar, formarse y crecer en el conocimiento de Cristo para vivir una intimidad profunda con Dios.
“Del silencio” porque tenemos como propósito promover el silencio como un medio profundo y eficaz para el encuentro con Dios, en el que nos vaciamos de sí mismo para dejarnos llenar por Él.
“María guardaba todas estas cosas en su corazón” frase bíblica tomada del evangelio de San Lucas (Lucas 2, 19; 51) que nos invita a imitar a la Santísima Virgen silenciosa en su escucha asidua de la Palabra y en la meditación constante de las obras de Dios.
Como apostolado realizamos jornadas y retiros de silencio e interioridad por medio de los cuales le brindamos a las personas espacios de recogimiento para encontrarse con Dios y escuchar su Palabra.
Además, realizamos charlas, talleres, prédicas entre otras actividades con el objetivo de evangelizar a nuestros hermanos.
Presencia
El Silencio
Y tras el fuego, una voz apacible y delicada
Maria por su parte, guradaba todas estas cosas meditándolas en su corazón
Bueno es esperar en silencio la salvación de Yavhé.
Mantengo mi alma en paz y silencio como niño destetado en el regazo de su madre. ¡Cómo niño destetado está mi alma en mí!.
Si alguno no peca de palabra, es varón perfecto, capaz de gobernar con el freno todo su cuerpo.
Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto a solas a orar.
Por eso yo la voy a seducir y la llevaré al desierto y le hablaré al corazón.
Fue oprimido, y él se humilló y no abrió la boca. Como un cordero al degüello era llevado, y como oveja que ante los que le trasquilan está muda, tampoco él abrió la boca
En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, mas el que refrena sus labios es prudente.
Marta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.